1910 La Revolución Espírita

El documental 1910: La Revolución Espírita, muestra momentos poco conocidos de Francisco Ignacio Madero (1873-1913), que fue presidente de México hasta ser asesinado en un golpe de estado.

Además de gran político Madero fue espiritista, estudioso y divulgador del Espiritismo, y también fue médium.

El documental independiente, premiado internacionalmente, fue producido por Manuel Guerra (productor y coguionista), Alejandro Fernández (director) y Alejandro Rosas (historiador y guionista), quienes se interesaron por la historia personal del apóstol de la Revolución Mexicana y por su interesante faceta espiritista.

¿Qué razones impulsaron a Madero para enarbolar la defensa de los derechos políticos de los mexicanos? ¿Qué motivaciones lo llevaron a creer en la democracia, en la efectividad del sufragio, en la ciudadanía libre y comprometida con su destino?, son algunas de las preguntas que se plantearon los realizadores del documental.

1910: La Revolución Espírita es una investigación histórica que muestra documentos inéditos de Madero, entrevistas con reconocidos historiadores, investigadores y cronistas de México y Francia, música original y una amplia discusión y reflexión en torno del espiritismo del prócer.

Francisco I. Madero presentó varias ponencias en congresos espiritistas a escala nacional; escribió una serie de comentarios acerca del Bahagavad Gita, libro de la literatura hindú que años después inspiró a Gandhi para transformar la realidad de su pueblo.

Ese fue el otro Madero, el que ató su destino terrenal con los dictados de la Providencia.

Restaurador del liberalismo

El documental -que implicó cuatro años de trabajo- fue filmado en localizaciones de París, Parras y San Pedro de las Colonias, en el Castillo de Chapultepec y el Palacio Nacional, así como en otros lugares desconocidos, hasta la emisión del documental, por los biógrafos más importantes de Madero, como el Liceo Hoche, en Versalles, o el rancho Australia en Coahuila.

La investigación de Alejandro Rosas no sólo despierta el interés y la polémica por temas como la muerte, el más allá y la vida espiritual, sino que acerca al espectador a una faceta casi desconocida de Francisco I. Madero, quien desde la trinchera de la doctrina espírita se preparó para iniciar la cruzada democrática de 1909 que dio origen a la Revolución Mexicana.

Madero era un hombre cuyo futuro, en términos económicos, estaba resuelto. Sin embargo, no se mantuvo ajeno a la problemática política y a las contradicciones sociales que auguraban la caída del régimen porfirista, por lo que dejó su cómoda situación para enarbolar la lucha contra la dictadura. El demócrata asumió su responsabilidad social y adquirió conciencia cívica. Asimismo, el Espiritismo marcó el rumbo de todos los actos de su vida pública y privada y lo encaminó a restaurar el liberalismo en el país.

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