El Alma de la Materia por Marlene Nobre

El Alma de la Materia por la Dra. Marlene Nobre es una guía que permite evaluar la contribución del Espiritismo a la Salud. Son conferencias realizadas en países de Europa sobre los fundamentos de la Medicina Espírita y de la Bioética, Periespíritu, Proceso Reencarnatorio y la Clonación Humana.

En El Alma de la Materia destaca el ser integral: Espíritu-materia; la complejidad de los cuerpos sutiles, los nuevos conceptos de la salud y la enfermedad, la anamnesia y las etiopatogenias; la integración de la Espiritualidad al tratamiento de las enfermedades, con énfasis en el poder curativo de la fe y del amor.

Responde a las controvertidas cuestiones sobre la Clonación Humana: ¿Es aceptable clonar a humanos?, ¿fabricar embriones para desgranarlos en tejidos diversos?

Propone la unión definitiva entre Salud y Espiritualidad, a través de cursos en las universidades.

Con el Espiritismo, está de regreso el viejo concepto de alma, tal como lo heredamos de los griegos, especialmente, Platón y Aristóteles, que evidenciaron, en el hombre, la presencia de ese elemento divino, que le confiere la característica de un ser sagrado, tanto por su origen, como por su destino. Es el alma que da la vida, que anima el cuerpo, y “nos eleva por encima de la tierra”, constituyéndose en fundamento de la propia dignidad humana.

El cuerpo vital es uno de los envoltorios del alma, es el lazo semimaterial, formado de energía elemental primitiva, que permite al Espíritu comandar la materia, y tiene innumerables conceptos correspondientes, a lo largo de la historia humana: chi, de los taoístas, manu, de los Kaunas, prana de los hindús; élan vital, de Henri Bergson; fluido vital, de Hahnemann; líbido, de Freud y Jung; bioenergía de Reich; modelo organizador biológico, de Hernani Guimarães Andrade; campos mórficos y resonancia mórfica, de Rupert Sheldrake, además de otros.

El hecho es que, a lo largo del tiempo, esos conceptos pasaron por innumerables reformulaciones y, hoy, lo comprendemos como constituido de campos inmateriales estructuradores de la forma, que animan desde átomos y partículas a hombres. Sin él, es muy difícil explicar fenómenos biológicos complejos e intrincados, tales como, la metamorfosis del gusano en mariposa, la embriogénesis, el origen de la vida, la biodiversidad, la fisiopatología de innumerables enfermedades de causa desconocida, etc.

Como veremos en este libro, el alma modela la materia, a través de ese y de los demás envoltorios sutiles, que actúan como campos de información estructuradores de  la forma, poseen textura electromagnética y están constituidos de elementos, aún no detectados por la tecnología existente, pertenecientes a otra Escala de Mendeleiv y organizados en otros patrones vibratorios, distintos de los que entran en la constitución del cuerpo físico.

Felizmente, hoy, gracias a los avances de la Teoría de la Relatividad y de la Física Cuántica, ya es posible entrever esa otra realidad, la de la orden implícita, idealizada por David Bohm, porque ellas están en la base de una nueva visión del mundo: la materia cedió lugar a la energía, el tiempo se reveló variable, el movimiento discontinuo, la interconectividad no localizada, y la conciencia capaz de influir en los eventos, seleccionando posibilidades.

Así, fue más fácil comprender como el alma comanda la materia, aun con el extenso camino a recorrer en el campo de la investigación científica.

Creemos que no tardará el descubrimiento de nuevas tecnologías que impulsarán, mucho, el progreso de la Medicina y demás Ciencias de la Vida, para confirmar, definitivamente, la existencia de esa otra realidad, que trasciende la materia física, y que le da movimiento, sentido y organización.

Espero que este libro, incluso compilado de forma tan sencilla, contribuya, de alguna forma, para ese debate, visando, sobre todo, una mayor aproximación entre Ciencia y Espiritualidad.

Marlene Nobre

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