Nueva Visión de la Vida y de la Muerte

 Conferencia ofrecida en el 5º Congreso Espírita Mundial en Cartagena de Indias, Colombia.

Nueva Visión de la Vida y de la Muerte

Los que creen en la inmortalidad y en los espíritus suelen ser calificados de locos. Los que no sólo creemos sino que sabemos estamos peor aún.

Algunos contemporáneos de Cristobal Colón le tuvieron por loco y esa locura nos dio un nuevo mundo.

Los espíritas vislumbramos como Colón la playa del porvenir, y si aquel junto al marino de la Pinta gritó ¡tierra!, ¡tierra!, nosotros exclamamos desde Cartagena y para el mundo, ¡Cielo, Infinito, Inmortalidad!

Y os invito a que imaginéis un nuevo mundo en el que gracias a la comunicación con los espíritus se pueda rehacer la historia con los testimonios de sus protagonistas.

Un nuevo mundo en el que podamos con el desarrollo de la psicometría ver todo el pasado de los seres y de las cosas.

Un nuevo mundo en el que la medicina habiéndose encontrado con el espíritu y así pues con las causas erradique definitivamente la enfermedad con prescripciones morales.

Un nuevo mundo en el que la astronomía a través del desplazamiento por el pensamiento de los espíritus y de nosotros, no tenga ya distancias ni años luz infranqueables.

Una nueva era en la que todas las ciencias con el auxilio de la mediumnidad sean perfeccionadas.

Llega una nueva era. ¡La Era Espiritista!

La de la fraternidad de todos los hombres, la de todos los pueblos. La del Amor y la Ciencia.

Pero muchos pensareis eso está muy lejano porque la humanidad parece más descreída que nunca.

¿Sabéis por qué?

Porque las religiones siempre han impuesto y nunca demostrado, por eso se ha perdido la fe ciega y no ha quedado más que la fe especulativa.

Pero este descubrimiento, la comunicación con los espíritus, la vida después de la muerte, ya ha sido recibida en el siglo XIX lo mismo que fueron recibidos en otra época los descubrimientos de Copérnico, Galileo, Newton, Einstein, y nos han dicho que todos ellos sobreviven, Sócrates, Platón, Juana de Arco, Lincoln, todos.

Pero este gran descubrimiento ha pasado ignorado o tergiversado por el mundo para el mayor número. Le educación y la libertad solventarán este problema.

Decía Kardec que sería la educación la regeneradora de la humanidad.

El gobierno de España quiso institucionalizar la enseñanza del Espiritismo y así se presentó por varios ministros un Proyecto de Ley, en el año 1873, para que se implantase en todos los colegios de enseñanza secundaria del país.

Pero eran tiempos difíciles. Era una España revolucionaria en la que había un sueño llamado libertad. Y algunos de aquellos sólo la encontraron en el más allá. El hombre venidero la podrá sentir además en el más acá. Y ese sueño llamado libertad brillará también en este lado cuando reine la mayor de las soberanas, la fraternidad.

Amigos, hermanos, somos dichosos de vislumbrar el principio de esta senda luminosa con deliciosos campos en el horizonte, hermosos paisajes llenos de felicidad.

Liberémonos de estas cadenas que por siglos nos acompañan y rompamos de una vez sus pesados eslabones.

El orgullo, ¿cuándo te perderemos?

El egoísmo, ¿cuándo podremos decirte hasta nunca?

Libres, ligeros, volaremos como supermanes del bien, felices porque ya habremos aprendido a sentir en el bien de los otros el bien nuestro. Como comandantes de un barco que nunca naufraga pues ya navega en el mar del Padre, este universo del que somos herederos.

Qué mejor techo que la bóveda celeste. Qué mejor jardín que los paisajes del mundo.

Y es que igual que somos aún prisioneros de las vanidades somos prisioneros de nuestros sentidos.

Y ellos nos engañan continuamente.

Lo que escuchamos se encuentra en una franja de vibraciones muy estrecha, entre 16 y 36 por segundo. Más arriba y más abajo es mucho mayor el número de vibraciones que permanecen inaudibles para nosotros.

Lo que vemos es solamente aquella franja de vibraciones también muy reducida entre 458 y 727 billones de vibraciones por segundo. Por encima y por debajo de esos límites, que son los límites del rojo y del violeta, hay colores, luces y cosas que nuestra vista no percibe ante las que somos auténticos ciegos como antes lo éramos sordos.

Pero escuchamos la música y sus sonidos armoniosos, ¡error!, los sonidos no existen en realidad, no hay sino vibraciones del aire de determinada amplitud y velocidad, vibraciones que por sí mismas son silenciosas.

El arco iris despliega en el aire la gama de sus brillantes colores, ¡error!, esos colores no existen, son ondulaciones haciendo vibrar el nervio óptico, que a su vez crea en nosotros la ondulación de los colores.

Nuestros sentidos nos muestran la Tierra inmóvil y al sol nacer y ocultarse, ¡error!, lo contrario es lo cierto.

No podemos dudar de que el sol se alza siempre por encima de nosotros, ¡error!, durante varios meses del año surge debajo de nosotros.

Sufrimos calor en verano y frío en invierno, ¡error!, el calor no existe como tampoco el frío, no son más que vibraciones produciendo en nuestro sistema nervioso esta clase de sensaciones.

Tocamos un cuerpo sólido cualquiera y estamos bien convencidos de que es sólido, ¡error!, se halla constituido por partículas que no se tocan moviéndose entre sí.

Estos son algunos de los errores a los que nos conducen nuestros sentidos.

 Los fisiólogos juzgan que el pensamiento es una función del cerebro, ¡error! Esta es una apariencia engañosa como las otras y su demostración corre a cargo de los fenómenos espíritas.

Decía Camilo Flammarion:

El Universo visible no es lo que aparece a nuestros sentidos, es el Universo invisible el que constituye la esencia y sostén de la creación.

Este Universo que vemos se compone de átomos invisibles y las fuerzas que los rigen son también inmateriales e invisibles. Buscad la materia y no la encontraréis, es una ilusión de nuestros sentidos, un fantasma que se desvanece cuando creemos que vamos a tocarlo.

No sucede lo mismo con las leyes que rigen el Universo que se muestran en cualquier lugar. La física moderna es la proclamación del Universo invisible.

 Charles Wilson obtuvo el nobel de física en el año 1927 por su invento de la cámara de niebla o de expansión.

Esta cámara entre otras cosas permite ver lo que es invisible a nuestra vista.

Permite por ejemplo conocer mejor el comportamiento del átomo. Hace posible el estudio de las emanaciones radioactivas durante su paso a través de un gas.

Este aparato provoca una nube, una niebla artificial que al condensarse sobre las ínfimas partículas de las emisiones radioactivas deja tras de si una estela luminosa que puede fotografiarse.

Y señoras y señores esto ha permitido fotografiar el alma en el momento de la muerte.

Si la niebla se condensa sobre las partículas infinitamente pequeñas de los iones, fotografiados gracias a la humedad que se condensa sobre ellos, ¿no sería posible que esta niebla se fijase sobre el periespíritu, por pequeño y sutil que sea?

Sir Arthur Stanley, astrofísico, dijo:

Si  todos los átomos de un cuerpo humano se pusieran juntos ocupando un pequeño espacio el hombre entero no sería mayor que un punto hecho con la punta más fina de un lápiz.

El cuerpo físico de un organismo está compuesto sobre todo por espacios intraatómicos, y si existe el alma entre ellos podemos buscarla.

El resultado de estos experimentos ha sido la comprobación de que un cuerpo inmaterial se desprende del cuerpo físico en el momento de la muerte y se hace visible por medio de la niebla e incluso se ha llegado a fotografiar como explico a continuación.

Se utilizaron 100 pobres langostas sacrificadas en pro de la ciencia. Cincuenta se apartaron para la cámara de experimentación y las otras cincuenta para ver la mejor forma de producirles la muerte. Finalmente se escogió el éter como agente mortal.

La langosta se anestesiaba y  se colocaba enseguida en la cámara, en uno de cuyos extremos se situaba un algodón saturado de éter y en el momento preciso en el que se creía que había ocurrido la muerte se hacía la fotografía.

Inmediatamente después se sacaba el insecto de la cámara y se le inyectaba adrenalina para intentar reanimarle. En algunos casos después de la inyección la langosta daba señales de vida.

Pues en todos los casos en que una langosta dio señales de vuelta a la vida, aún después de algunas horas, la fotografía no dio ninguna señal de sombra suplementaria o astral.

En el resto sí. Catorce insectos en los que aparecía un insecto fantasma sobre la placa.

Y no se trataba de muestras accidentales ya que estos fantasmas entre las formaciones de gas tenían siempre la forma del doble de la langosta. Posteriormente se confirmó con ranas, ratones y mariposas.

Estos experimentos han demostrado que un cuerpo inmaterial se desprende del cuerpo físico en el momento de la muerte de la misma manera que uno se sale de un vestido.

Los descubrimientos de los científicos que han trabajado para probar la supervivencia han gozado de licencia injusta por parte de los medios para ridiculizar y mentir, lo que ha llevado al público a saber mal y poco de las numerosas pruebas que hay acumuladas.

La ciencia es considerada como “objetiva” cuando una persona siguiendo las fórmulas científicas obtiene los mismos resultados.

Y sin ir más lejos los estudios de la transcomunicación instrumental han demostrado claramente que este fenómeno se repite.

Siempre que hay adherencia estricta al método científico, cuando se mide algo, los resultados son necesariamente científicos. Como son por ejemplo las fotografías de materializaciones en laboratorio bajo condiciones controladas por los científicos Richet, Geley y Crookes entre muchos otros.

El astrofísico Michael Scout manifiesta que:

El avance de la física cuántica ha producido una descripción de la realidad que permite creer en la existencia de universos paralelos. Que estarían compuestos por sustancias reales pero no interferirían con la materia de nuestro propio universo.

Un físico cuántico autor del libro La Mente y la nueva física dice a su vez:

La nueva física llamada mecánica cuántica propone que existen otros mundos paralelos. En cada uno de estos universos estamos viviendo cada uno de nosotros, todos los que viven, los que han vivido y los que han de vivir por siempre.

La Ciencia cada vez más y mejor irá confirmando todos y cada uno de los puntos presentados por la revelación espírita y publicados desde hace 150 años por Allan Kardec.

Cuando Allan Kardec publica El Libro de los Espíritus la prensa lo ridiculizó; Roma lo excomulgó, condenando la comunicación y anatematizando la teoría de la reencarnación de los muertos, ordenando a sus negros ejércitos que les combatieran abiertamente, pues el Espiritismo, no reconociendo un Dios celoso y vengativo, ni el milagro posible, minaba los fundamentos de la infalibilidad papal.

Sin embargo los propios textos en los que se basa esta supremacía de la Iglesia está repleta del fenómeno mediúmnico. No damos ni un solo paso en la historia de las religiones y de la filosofía sin encontrarnos una verdad del Espiritismo.

El Papa Pio XII tranquilizando el miedo católico ante el fenómeno de las psicofonías electrónicas que se estaban produciendo dentro de la misma Iglesia, como en una ocasión mientras dos sacerdotes grababan cantos gregorianos. Dijo:

No hay que preocuparse, la existencia de esas voces es un hecho científico y no tiene nada que ver con el Espiritismo. La grabadora es totalmente objetiva, recibe y graba solamente las ondas sonoras vengan de donde vengan.

Y también otro Papa, esta vez Pablo VI era simpatizante de las voces electrónicas, y así lo afirmaba su buen amigo nada menos que Jürgenson.

Desde hace más de 40 años el Vaticano financia investigaciones parapsicológicas como son los fenómenos TCI.

Es que la transcomunicación instrumental ha traído fenómenos impresionantes como es la grabación de llamadas telefónicas en las que quien llama se encuentra en el plano espiritual. Como es una del Dr. Konstantine Raudive de nada menos que 13 minutos.

Grabadoras, teléfonos, televisiones, ordenadores, las TCI son variadas como lo pueda ser la electrónica en este mundo. Y no son menos interesantes las conclusiones a las que llegan sus experimentadores, conclusiones ya conocidas por los espíritas desde la publicación de El Libro de los Médiums.

Estos investigadores nos hablan de la necesidad del altruismo y de la ausencia del ego para obtener éxito en estas comunicaciones que se producen, especialmente ante la presencia de ciertas personas con capacidades paranormales y que nosotros llamamos de médiums de efectos físicos.

De entre las diferentes categorías de fenómenos que nos tenemos que dejar en el tintero por no tener tiempo material de hablar de ello, tratando la cuestión de la vida y la muerte, no podemos dejar pasar las experiencias cercanas a la muerte.

La primera de la que tenemos conocimiento la relata el propio Platón sobre un soldado llamado Er, que habiendo sido tomado por muerto y mientras yacía en la pira funeraria su espíritu se elevó flotando por encima de su cuerpo y pasando a través de unos pasadizos. Vio pasar ante sí toda su vida y después unos seres divinos le dijeron que regresara a la Tierra.

Fenómeno que parecería muy lejano de no ser porque se está produciendo continuamente gracias a las avanzadas maniobras de reanimación cardiopulmonar de la actualidad.

El psiquiatra Raymond Moody, el famoso autor del bestseller Vida después de la Vida es uno de los mayores investigadores de estas experiencias cercanas a la muerte y entre los numerosos casos que ha estudiado descubre 15 elementos comunes.

Alguien está muriendo y en el momento de mayor angustia escucha que su médico le declara muerto.

Oye un desagradable zumbido al tiempo que siente que se mueve a gran velocidad por un túnel muy oscuro.

Después ve su cuerpo a cierta distancia.

Observa los intentos de reanimación y poco a poco se va acostumbrando a esta curiosa situación.

Nota que aún posee un cuerpo pero es de una naturaleza muy diferente.

Y pronto empiezan a suceder cosas. Comienza a ver a los espíritus de familiares y amigos ya fallecidos y otro espíritu muy amoroso que nunca había visto antes, un ser de luz que aparece ante él.

Este ser formula una pregunta telepática que le lleva a hacer una evaluación de toda su vida.

Y finalmente percibe que se está acercando a una especie de frontera hacia la otra vida pero se resiste a regresar por encontrarse lleno de sentimientos de alegría, amor y paz.

Sin embargo de alguna manera vuelve al cuerpo físico y revive.

Después intentará contarlo pero sin encontrar las palabras y obteniendo como respuesta un tono sarcástico, decide dejar de contarlo aunque la experiencia afecta profundamente en su vida y especialmente en su forma de ver la muerte.

Son tan numerosos los casos que tendría que venir incluido en el vademécum médico hasta con tratamientos posteriores específicos.

Pero los negadores sistemáticos frenan también el avance de la psiquiatría.

Siempre hemos tenido estas personas que intentan frenar el progreso.

El jefe de Correos de Inglaterra dijo que la lámpara de Edison era una idea completamente imbécil. Algunos científicos decían también que su experimento era un fraude al público.

La prensa, revistas científicas, matemáticos y astrónomos hicieron mofa, ridiculizaron y denigraron a los hermanos Wright afirmando que era imposible científicamente que una máquina más pesada que el aire volara.

Pues señores Avianca debe de hacer prodigios porque les puedo asegurar que los españoles no hemos llegado hasta este Congreso, al otro lado del atlántico, ni en barco ni levitando.

Otro de los científicos nuevamente atacando al pobre Edison decía después de escuchar el fonógrafo:

Claramente este es un caso de ventriloquia.

Al inventor de la televisión le decían que eran puras pamplinas que unas ondas pudieran producir imágenes. Hay cientos de ejemplos.

Todos estos científicos se negaban a creer lo que les negaban sus arraigadas creencias basadas en sus cinco sentidos, pero esas creencias no eran científicas aunque ellos si lo fueran.

Entonces todos estos negadores del fenómeno mediúmnico niegan por creencias, no por ciencia, porque mientras muchos científicos han presentado pruebas de la realidad de la vida después de la muerte ni uno solo ha presentado una sola prueba en sentido contrario.

Sir Alfred Russel Wallace, el que llegó al mismo tiempo que Darwin a conclusiones análogas respecto al origen de las especies difería en un punto importantísimo porque Wallace, conforme con sus ideas espiritistas decía que era necesario admitir una inteligencia superior para poder explicar la existencia del hombre.

Así fue como su conocimiento de los fenómenos del espiritismo le dio sobre Darwin una gran ventaja en la amplitud y el alcance de su antropología.

Y se expresaba así en defensa del Espiritismo:

Sostengo que los fenómenos del Espiritismo, en su totalidad, no requieren más confirmación. Están probados tan plenamente como cualquier hecho probado en otras ciencias, y no es la negación o la duda la que puede refutar ninguno de ellos sino solamente nuevos hechos y deducciones de estos.

Cuando los adversarios del Espiritismo puedan presentar un cuadro de sus investigaciones que en su duración y plenitud se acerque siquiera al de sus defensores, y cuando puedan descubrir y mostrar en detalle el modo en que son producidos los fenómenos y cuando puedan además probar lo correcto de su teoría, entonces y no antes necesitarán los espiritistas producir una nueva confirmación de hechos que son y siempre han sido suficientemente reales e indiscutibles.

Nos encontramos en una situación parecida al Cristianismo de los primeros años.

Pablo de Tarso convertido gracias a un hecho mediúmnico pasa de perseguidor a seguidor.

Poco importa que los poderosos de hoy como Pablo antes de la entrada en la puerta de Damasco, llenos de sabiduría mundana, de ciencia imprecisa o de intransigencia dogmática luchen contra el Espiritismo.

La doctrina espírita encierra los gérmenes de un mundo nuevo, una nueva ciencia que en breve iluminará toda la Tierra.

El Espiritismo ha roto esa camisa de fuerza, ese grillete antinatural que se llama fe ciega y baja a la arena de la lucha empuñando el estandarte de la libertad y coronado por la brillante aureola de la razón ha respondido y responde a los errores del materialismo, con los hechos, con las verdades entre otras, de las facultades mediúmnicas. Hemos luchado y vencido en todos los terrenos y si algún enemigo queda en pie es la ignorancia o la ceguedad, o esas aberraciones de los hombres por las cuales cierran los ojos para no ver.

Decía Platón:

Es comprensible que un niño tenga miedo de la oscuridad, pero es muy malo que un adulto tenga miedo de la luz.

A estos les combatiremos con la caridad y ellos vendrán a nosotros por la fuerza del progreso.

Hemos luchado y vencido pero nos falta aún la coronación de la obra.

Digamos a los materialistas que se encuentran en el precipicio que lleva a la nada y a la ignorancia. Y que en el borde de un precipicio sólo hay una forma de ir para adelante, y es dar un paso hacia atrás.

Si todas las religiones han dicho su última palabra el Espiritismo ha dicho la primera y sabe que nunca dirá la última.

Para escuchar las verdades de muchas religiones es necesario inclinar la frente y cegar la razón, para escuchar las verdades del Espiritismo es necesario mirar al cielo y desplegar la inteligencia. Muchas religiones hablan. El Espiritismo hace hablar. (Marietta)

Si el Espiritismo fuese una religión sería la religión de la democracia, pues los espíritas propagan la libertad, la igualdad y la fraternidad, principios funestos para todo privilegio.

Si es una religión es la religión de la Ciencia.

Su Biblia la Naturaleza, su culto el estudio, y su práctica el amor y la virtud.

Sin templos, sin sacerdotes ni trabajadores a sueldo, cada hombre de buena voluntad es un apóstol, adora a Dios en espíritu y verdad.

El Espiritismo será científico o no será dijo Kardec con visión profética.

            Decía Amalia Domingo Soler:

¿Qué a donde vamos? ¡A la eterna vida!

A buscar los misterios del mañana,

A decir que en el tiempo no hay medida,

que siempre avanzará la raza humana,

que el progreso es el punto de partida,

la ruta de la ciencia soberana,

que la ciencia ¡es la voz del infinito!

Y esa voz es de Dios ¡eco Bendito!

La humanidad conquista con el Espiritismo la consoladora certidumbre de que los seres amados y nosotros no concluimos con la tumba y que si bien todos sufrimos dificultades a través de diversas encarnaciones, ellas nos traen el aprendizaje, el progreso y la felicidad futura.

En los dinteles de piedra del hoy derruido templo de Apolo en Delfos, construido sobre una de las laderas del Monte Parnaso los sacerdotes grabaron dos inscripciones, la primera de ellas muy conocida:

Conócete a ti mismo, y la segunda: No hagas nada en exceso.

Vivamos sin excesos aprendiendo a conocernos y a amar. Es la única manera de aprovecharnos de este conocimiento, de esta nueva visión de la vida y de la muerte.

 

Salvador Martín

Cartagena de Indias, 2007

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