Yesly Suárez de CG Latin Magazine entrevista a Salvador Martín. Entrevista para el número 64 de CG Latin Magazine (Miami y Venezuela).
Se dice que en “términos generales la Psicología considera a los presentimientos como una sensación de aprehensión emocional o afectiva de un acontecimiento futuro”, enfocándonos en la Parapsicología ¿Qué es el presentimiento?
Desde el punto de vista de la parapsicología el presentimiento provendría de una capacidad extrasensorial anímica del propio sujeto que lo percibe. Desde el punto de vista espírita se nos da una respuesta más amplia y acertada, ya que respondería a esa sensación, certeza o conocimiento de una realidad futura que ha podido venir por dos caminos diferentes. En algunos casos obedece a que durante el sueño nuestro espíritu participa de la vida espiritual, cuando el cuerpo descansa el espíritu está libre y con mayores percepciones y capacidades, que al despertar vienen a modo de intuiciones o presentimientos, de ahí que ese “consultar con la almohada” que nos indica el acerbo popular no esté tan desencaminado. Pero también muchos presentimientos son inspiraciones de buenos espíritus que por una capacidad mediúmnica ciertas personas pueden percibir.
¿Cómo se percibe un presentimiento? ¿Sigue llevando este nombre cuando se presiente algo que al final no sucede o debe existir obligatoriamente la acción intuida?
Generalmente el que los percibe suele encontrar particularidades que le hacen distinguir un presentimiento de cualquier otro pensamiento, particularidades que pueden variar en cada sujeto. Caso que el acontecimiento no suceda no se trataría de un presentimiento y sí a veces de algún aviso para que vayamos por otros derroteros en la vida.
¿Cuál es la explicación a este fenómeno? ¿Científicamente? ¿Psíquicamente?
Numerosos investigadores han demostrado de muy diversas formas la realidad premonitoria, de la telepatía, de la mediumnidad, etc. Estos sextos sentidos que nosotros denominamos mediumnidad abren nuestros sentidos al estrecho margen de vibraciones en los que ellos quedan restringidos. Es mucho mayor la franja de lo que ignoramos, ni vemos, ni oímos, que la realidad que nos envuelve y que se ha venido manifestando al hombre desde tiempo inmemorial. Y así encontramos vestigios de esta capacidad en todos los libros religiosos de todos los tiempos, pero que a partir de la segunda mitad del siglo XIX llevó a científicos de la talla de Sir Alfred Rusell Wallace, Sir William Crookes, Charles Richet (nobel de fisiología), y un largo etc., a comprobar y demostrar esta realidad, que sin embargo los prejuicios de la ciencia oficial aún tiene relegada al campo de lo paranormal. Cuestión de tiempo, y así como la alquimia se convirtió en química, lo paranormal formará parte, algún día, de leyes naturales y normales que la Ciencia estudiará.
Algunas personas recurren a lo paranormal, el feng sui y hasta la reencarnación para explicar los orígenes de este enigma, otros a la parapsicología, otros lo ven como un común fenómeno de la memoria más apegados a los conocimientos cognitivos. Desde su juicio ¿qué razones producen estas “corazonadas” en el ser humano?
Además de las razones que anteriormente apuntábamos el espíritu, osea cada uno de nosotros pasa en esta vida por una serie de pruebas y experiencias que bien ha podido conocer antes de encarnar, ese conocimiento le da una especie de intuición ante ciertos hechos antes de producirse. Y es importante hacer notar que las tres cuartas partes de los habitantes de este planeta son reencarnacionistas, pensemos en oriente, pero en occidente ya hay también numerosas pruebas y miles de casos demostrados por Universidades como la de Virginia en Estados Unidos, de niños que recuerdan sus anteriores existencias, datos comprobados y académicos.
Desde la parapsicología ¿cómo se produce este fenómeno? ¿cómo se relaciona con la parte emocional, psíquica e intuitiva de la persona que lo padece?
Sería reincidir en lo mismo.
¿Cómo se explica que este fenómeno aún no tenga argumentos científicos a pesar de que un número considerable de la población ha experimentado aunque sea una vez este suceso?
Como en otros numerosos hechos el prejuicio y la vanidad científica hace que muchos prejuzguen antes de investigar. Y precisamente todos aquellos que se han bajado del pedestal del orgullo científico, hombres de ciencia, para investigar estos fenómenos, han corroborado su veracidad. No preguntaríamos a un químico sobre cómo construirnos una casa, ni a un arquitecto como hacernos una cirujía. Pero tanto el químico, el arquitecto y el médico, si siguen un criterio científíco a través de la ciencia de observación podrán descubrir estos nuevos hechos si son capaces de quitarse el tupido velo del prejuicio, similar a aquellos que pensaban que la tierra era plana, o que nuestro mundo era el centro del universo. En cualquier nuevo conocimiento a lo largo de la historia del descubrimiento, la comprobación y la demostración hasta la admisión por la comunidad científica han sido necesarios muchos años y hasta siglos, en algunos casos; no sería diferente con estos hechos que tocan puntos tan delicados para el hombre.
Gracias al repetido uso de este tópico en las producciones hollywodenses se tiende a ver al “presentimiento” como un “don” de variantes negativas relacionadas a lo oscuro y la muerte, ¿Qué tiene esto de cierto?, ¿Cuáles son sus verdaderos aciertos?
Es cierto que ante grandes catástrofes y calamidades han sido mayores las personas que han tenido esos presentimientos, como si este tipo de circunstancias que tocan a más personas, un mayor número de muertes simultáneas, fuesen titulares de primera página que más personas pueden leer. Pero sin embargo los presentimientos también abrazan todo tipo de circunstancias buenas y malas. Porque incluso nos atreveríamos a decir que lo que en un principio nos parece malo puede muy bien con el paso del tiempo descubrirse como algo bueno y como un medio más rápido de llevarnos a un mejor estado, en lo social, etc.
¿Quiénes pueden tener el don de “presentir”?
Especialmente los médiums, siendo la mediumnidad una capacidad neutra diríamos que no la tiene ni el listo ni el tonto, ni el bueno ni el malo, sino que algunas personas traen como un medio de hacerles más conscientes y ayudar a otros a serlo también. Pero todos en realidad, médiums o no, podríamos tener algún fenómeno aislado de estas características y seguramente todos lo hemos tenido en alguna ocasión. Como, por poner un ejemplo, ese día que despertamos recordando a un viejo amigo que hacía tiempo que no veíamos y ese día nos lo encontramos.
¿Qué diferencia al “presentimiento” de la “premonición” o de la “intuición”?
Aunque es una cuestión de palabras el presentimiento podría bien no cumplirse, es decir estaría en un grado menor que la premonición a la cual tendríamos que calificar de tal cuando realmente hemos tenido la certeza de un hecho real con mayor viveza y que posteriormente se cumple. La intuición es un sentido que todos tenemos en mayor o menor grado y que nos lleva no solo a intuir hechos y solventar mejor ciertos problemas por una especie de inteligencia de nuestro propio espíritu, sino que también es esa voz que nos advierte, a través de pensamientos inspirados y que muchas veces provienen de espíritus protectores y amigos.
¿Ha vivido episodios relacionados a los “presentimientos”? Comente una experiencia ejemplo
Si bien yo no tengo diríamos esta capacidad mediúmnica, ni tampoco soy médium de otro tipo, en los más de 60 tipos reconocidos de mediumnidad hasta el día de hoy, si he experimentado ciertas premoniciones de forma aislada.
Y este es un ejemplo de algo que me sucedió a modo de premonición…
Una noche me despierto apróximadamente a las 3 de la madrugada recordando perfectamente un sueño bastante impactante. Siendo precisamente los hechos vividos en el sueño, en primera persona, los que me despertaron. Y a tal punto me había impactado que se lo relaté a mi mujer, en ese preciso momento, que también se había despertado al escucharme algo alterado. Le conté que había estado en tres pueblos diferentes, le di los nombres, huyendo de una gran corriente de agua en algunos casos por los cuatro costados y que en el último fui a parar a una estación de tren, y ahí me desperté. A la mañana siguiente a las 7 y media veíamos en el telediario las grandes inundaciones que se habían producido por fuertes lluvias durante la noche, e insólitas en muchos años en esa región. Y lo que más nos sorprendió fue cuando dijeron que un muro alrededor de las vías del tren en aquel pueblo, el mismo del sueño, estaba sirviendo de muro de contención para que el agua no anegase toda la ciudad.