Espiritismo a la Francesa
La caída del movimiento espírita francés después de Kardec
En este documental se hace un repaso al momento histórico posterior a Kardec.
El siglo XIX destacó en Europa como una era de grandes expectativas: desde la bonanza material fruto de la revolución industrial, pasando por el sueño de la igualdad social a través de las reformas sociales, hasta la euforia intelectual con los descubrimientos científicos.
Se le confió a la ciencia la tarea de reescribir la génesis y otros secretos del Universo, suplantando las primitivas ideas religiosas de entonces. La teología y la espiritualidad ya no tenían cabida en ese mundo reformado.
Sin embargo, en la mitad de ese siglo, una serie de fenómenos extraordinarios llegaron para escandalizar a los pensadores materialistas. Eran espíritus, proclamando la supervivencia del alma después de la muerte, la existencia del mundo espiritual y su intensa relación con nuestra dimensión física, generando así el movimiento conocido como Espiritualismo Moderno.
En medio de las ideas generales de ese movimiento, una síntesis monumental de aquella gran revelación traída por los Espíritus sería codificada muy bien por el educador francés Allan Kardec, síntesis que dio origen a la Doctrina Espírita o Espiritismo.
La codificación espirita trajo luz sobre las mayores cuestiones filosóficas de la humanidad y amplió significativamente el horizonte de las ciencias. En poco tiempo, el Espiritismo se extiende por Francia y a través de sus fronteras alcanza toda Europa. En los planes de codificador y sus hermanos, el Espiritismo francés establecería de forma irreversible «una nueva Era de la evolución de la humanidad», marchando siempre en un crecimiento positivo – desde Francia hacia todo el globo terrestre.
Sin embargo, tras la desencarnación del codificador del Espiritismo, el movimiento espiritualista francés se debilitó; las obras institucionales de Kardec se pierden y el fracaso de los espiritistas franceses se convierte en un espejo para los demás países.
¿Qué le pasó a ese movimiento espírita tan prometedor?
¿Por qué el Espiritismo, poco después de la desencarnación de Allan Kardec, perdió toda su fuerza en la propia patria del codificador?
¿Cuáles fueron las medidas adoptadas por la espiritualidad superior, que, bajo égida del Espíritu de Verdad, comandaba aquella Revelación Espírita?
¿Cuáles son las consecuencias de la caída del movimiento espírita francés para el desarrollo del Espiritismo?
Estas son las respuestas que trata de resolver este documental: Espiritismo a la Francesa, la caída del movimiento espírita francés después de Kardec
Reza en los primeros minutos del documental la siguiente leyenda:
Las opiniones expresadas aquí son de orden particular, según la opinión de quien las expresa, sin ninguna pretensión de sentar verdades absolutas o representar oficialmente al Espiritismo, ya que a nadie le cabe el derecho de hablar exclusivamente en nombre de la Doctrina Espírita.
Algo que hay que destacar especialmente pues algunas de esas opiniones particulares son especialmente controvertidas, en varios asuntos como son: cierta defensa velada del Roustangismo, cierta justificación de los graves errores cometidos por Leymarie, y especialmente la defensa a ultranza de: Brasil, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio.
Está dividido en cuatro partes que son:
Parte Primera: De la fenomenología del Espiritualismo Moderno a la codificación espírita
Parte Segunda: La Revolución Espírita
Parte Tercera: La caída del Kardecismo en Francia
Parte Cuarta: Consecuencias de la caída del movimiento espírita francés
El documental es sin duda una gran invitación a la reflexión y que no deja indiferente. E invitamos a que se vea desde el raciocinio, con un sentimiento crítico, pero también de comprensión y quizá hasta disculpa, que no de connivencia. Porque hasta de los errores ajenos podemos descubrir el doblez de la verdad. Sin olvidar que más vale rechazar nueve verdades que aceptar una sola mentira, decía el profesor Rivail.
Dentro de todas esas reflexiones invitaríamos a cuestionarnos:
¿Debería Allan Kardec haber preparado un sucesor?
Pensamos rotundamente que no, porque precisamente su idea reflejada en Constitución del Espiritismo, era la de un movimiento sin jefe, un colectivo de 12 personas, sometido al control de los congresos y asambleas. Tampoco podemos decir que Allan Kardec se equivocase, porque precisamente ni entonces tras su desencarnación, ni hasta la fecha, se ha aplicado esa idea según su visión. La realidad es que no era el momento, pero llegado ese momento y seguramente por la fuerza de las cosas, se aplicará exactamente así para que el Movimiento Espírita Internacional pueda efectivamente ser verdaderamente espírita, retomar la línea doctrinaria de Allan Kardec, sin sesgos nacionales, sin influencias personales o culturales.
Si el Espiritismo se expandió tanto en aquel momento, ¿por qué hoy no sucede lo mismo?
Algunos lo manifiestan muy acertadamente en el documental, todo lo relativo al escenario cultural. Aunque con matices pues la humanidad, o mejor dicho gran parte de la humanidad actual está mucho más avanzada intelectualmente, abierta a nuevas ideas, es más libre de sometimientos religiosos y culturales.
Si el Espiritismo no ha progresado hasta ahora con la celeridad que lo hizo en un inicio, ¿no será porque el movimiento espírita de nuestros días se ha olvidado del racionalismo, y en varios sectores, precisamente los que más influencia tienen, se ha caído en el misticismo y un trasnochado mensaje religioso? No será que tendremos que recuperar el mensaje filosófico racionalista de Allan Kardec, el lenguaje desprovisto de misticismo de Allan Kardec, la línea divulgativa científico filosófica de la Revista Espírita de Allan Kardec, algún o algunos sistemas de investigación de ámbito mundial, como hizo Allan Kardec, aunque fuese por mero interés estadístico, y un largo etc., que se podría extender profusamente indagando en los ejemplos y recomendaciones del propio Allan Kardec.
¿En qué momento espíritas y sectores destacados del movimiento espírita van a dejar de defender abierta o veladamente la obra de Roustaing?
O Kardec o Roustaing por favor, las dos cosas no se puede. Kardec rechazó abiertamente la obra apócrifa y absurda de Roustaing, decir lo contrario o justificar a Roustaing es hacer flaco favor al movimiento espírita.
¿Ha sido Brasil donde más se ha extendido el Espiritismo?
Actualmente sí, sin duda ninguna, pero quizá habría que preguntarse de entre los numerosos espíritas brasileños, ¿cuántos estudian y divulgan el Espiritismo en su línea original, sin edulcorantes de ningún tipo, sin sesgos, ni añadidos, o peor aún sin tergiversaciones? Nos tememos que no son la mayoría, y actualmente esto es aplicable, no solo a Brasil, al mundo entero.
Y si hacemos caso a la Pastoral del Obispo de Argel, que recoge el video, tomado de la Revista Espírita de Noviembre de 1863, y viniendo de un Obispo sería lo mismo decir según la Iglesia, la histórica gran contradictora del Espiritismo: En esa fecha…
«hay (había) en Francia veinte millones de espiritistas, es decir, la mitad de la población, y que pronto se ganará la otra mitad».
Fueran o no tan numerosos lo cierto es que si eran muy numerosos no solo en Francia, y por el crecimiento exponencial que tuvieron, en tan pocos años, es de presuponer que en su mayor parte si estudiaban, divulgaban y hacían las cosas, mayoritariamente como debían de hacerse.
Hay estadísticas más recientes que hablan de cerca de 20 millones de simpatizantes del Espiritismo en Brasil, y de los cuáles, los propios espíritas brasileños afirman que desgraciadamente en su mayoría no son estudiosos de las obras originales, pero si de romances, novelas, de los cada vez más numerosos médiums que reciben ese tipo de obras.
¿Es Brasil el corazón del mundo, la patria del Evangelio, según algunas referencias al libro con ese título, que hay en el video?
Estamos de acuerdo en que probablemente sí encarnasen en Brasil, y en otros países sudamericanos, muchos espíritas europeos. Pero no tiene el mínimo fundamento considerar a Brasil, al menos hoy en día, la patria del Evangelio. Y tampoco que ese papel misionero, (que muchos así sienten, cuando viajan a otros países), de evangelizar el mundo, bajo la línea espírita brasileña, esté dando verdaderos resultados; más allá de unos cuantos centros espíritas en el mundo, fundados de esta manera, cada uno de ellos con unos cuantos brasileños espíritas, y pocos de los países en cuestión. Puede haber excepciones pero lo más común es esto, y por lo que se observa desde hace muchos años esos centros a la brasileña no terminan de llegar a la sociedad, fuera de Brasil. De la misma manera que se observa como aquellos espíritas «brasileño-misioneros» que llegan a centros espíritas ya formados y no asumen las diferencias culturales terminan generando problemas y divisiones en esos centros. Sentirse pueblo elegido puede ser un problema, pero ir de misionero evangelizador a centros ya formados y que siguen una correcta línea kardeciana es un gran problema.
¿Será esta la línea filosófico racionalista que requiere nuestra sociedad?
En los países en los que ha podido ir sobreviviendo el Espiritismo bajo su propia idiosincrasia, que es el caso de España, a pesar de las grandes dificultades tras la dictadura, el verdadero crecimiento no proviene de los brasileños que fundan centros, o que vienen eventualmente a dar conferencias. El español de a pie no espírita no entiende ese lenguaje, y no hablamos del portugués. El lenguaje que convierte a un no espírita atraído por el Espiritismo en alguien espírita, es el lenguaje de la razón, es el lenguaje filosófico, es el coloquio abierto y no la adoctrinación dogmática. Es en definitiva retomando o manteniendo la línea original de Kardec, que podrá crecer el Espiritismo sin patrias ni colores, el Espiritismo que habla al corazón pero muy especialmente a la razón.
Vivimos una época de cambios dentro del movimiento espírita, divisiones en algunos países, hay ejemplos en los que las propias circunstancias claman cada vez más la vuelta a un Kardec sin interpretaciones, a un Kardec aplicado en su máxima expresión y plenitud, surgen brotes cada vez más numerosos de volver a la esencia del Espiritismo, brotes también hacia una democratización del movimiento espírita según la línea original, y con todo ello la espiritualidad prepara, poco a poco, la Constitución del Espiritismo, pautada por Kardec.
Si el Espiritismo es la Doctrina regeneradora de la humanidad, esto no será posible sin alcanzar a la sociedad y llegar hasta ella con una comunicación efectiva, desde la razón y sus sólidos argumentos, más que por sus entonaciones místicas.
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