Espiritismo Científico y Cristiano – Cairbar Schutel
Hoy hace 150 años nacía Cairbar Tavares de Souza Schutel, más conocido por Cairbar Schutel, (22 de septiembre de 1868 – 30 de enero de 1938). Nació en Río de Janeiro, y desencarnó a los 70 años, en Matâo, Sao Paulo.
Muchos centros espíritas en el mundo llevan el nombre de Cairbar Schutel en su honor por ser una de las personalidades más destacadas de la historia del Espiritismo.
Cuando llegó a Matâo, una humilde localidad, para trabajar de farmacéutico, Cairbar Schutel logró que subiera a la categoría de Municipio. Y fue por ello elegido su primer Alcalde.
Logró conquistar los corazones de todos. En política se sobreponía a las dificultades. Se debe a él la edificación del edificio del Ayuntamiento, que hizo con sus propios recursos financieros.
La política, sin embargo, no era su objetivo, por lo que en cuanto encontró su camino de Damasco, representado por su conversión al Espiritismo, abandonó ese campo, pasando a dedicarse enteramente a la filosofía espírita.
Fundó, el primer núcleo espírita de la ciudad y de la zona, que lo denominó «Centro Espírita Amantes de la Pobreza».
Poco después lanzó la primera edición del diario «O Clarim», órgano que ha circulado desde entonces y que se ha constituido, de derecho y de hecho, en uno de los más tradicionales y respetables vehículos de la prensa espírita.
En una época de auténtica intolerancia religiosa y cuando el Espiritismo y otras religiones sufrían el impacto de la acción ejercida por la religión mayoritaria, Cairbar Schutel también tuvo su Calvario: un sacerdote reaccionario y profundamente intolerante, resolvió promover gestiones para cerrar las puertas del Centro Espírita, usando como arma una campaña persistente en el sentido de hacer que la farmacia de Cairbar fuera boicoteada por el pueblo.
Con el apoyo del delegado de policía, logró el cierre del Centro donde se difundía el Espiritismo.
Cairbar Schutel, sin embargo, no era fácil de intimidar y, contra el sacerdote y el delegado, levantó la barrera de su autoridad moral y de su coraje.
La orden del delegado no fue respetada por atentar contra la letra de la Constitución Federal de 1891, y el valeroso espírita fue a la plaza pública a protestar contra tamaña afrenta. El sacerdote, no tolerando aquella manifestación promovida por Cairbar, también movilizó una marcha de desagravio.
Otros sacerdotes, en esa época, ya estaban en Matão, pregonando la necesidad de no ir a la farmacia del herético, y, sobre todo, prohibiendo a todos que asistiesen al Centro Espírita.
Ante la tremenda presión ejercida, Cairbar anunció que hablaría al pueblo en la plaza, refutando punto por punto todas las acusaciones gratuitas que le eran atribuidas por los sacerdotes. El delegado le prohibió hablar.
Cairbar no acató la prohibición del delegado y, apoyándose en la Constitución, se dirigió a la plaza pública, hablando a todos los que, no temiendo las represalias del sacerdote, tuvieron el coraje de ir.
El sacerdote por su parte dijo que si la Constitución brasileña permitía ese derecho a Cairbar, la Iglesia en modo alguno consentiría y, alentando a un grupo de hombres fanatizados, marchó a la plaza pública, cantando himnos y cantos fúnebres, portando diversas armas.
El objetivo de la procesión nocturna era sofocar la voz del orador y atemorizar al pueblo.Esta ruidosa manifestación provocó la repulsa de algunas personas cultas y reconocidas de la ciudad, las cuales, dirigiéndose a la plaza, pidieron la aceptación del orador para que hablase públicamente, y manifestaron la desaprobación contra las acciones del cura por las consecuencias dañinas de aquel incumplimiento de la Carta Magna, afirmando que el orador tenía todo el derecho de hablar y defenderse.
Ante esta reacción, el asustado sacerdote decidió dispersar a los acompañantes, lo que posibilitó a Cairbar proseguir en la defensa de sus derechos y de sus ideales. Cairbar sabía ser amigo hasta de sus propios enemigos.
Siempre inspiraba simpatía y respeto. Siempre alegre en su farmacia, se convirtió en poco tiempo en el Médico de los Pobres y el Padre de la Pobreza. Además de prescribir el medicamento, lo daba gratuitamente a los necesitados. Su residencia se convirtió en un refugio para los pobres de la ciudad. Muchas personas eran socorridas por su generosidad. Muchos recibían socorros de la más variada especie, en víveres, en ropas y sobre todo asistencia espiritual.
El sentimiento de amor al prójimo tuvo en él incomparable paradigma. Estaba siempre solícito y listo para socorrer a un enfermo o a un obsesado. Los actos de renuncia y desapego eran comunes en su vida.
Su residencia llegó a ser transformada en un hospital de emergencia para enfermos mentales y obsesados. En vista del creciente número de enfermos, en 1912 alquiló una casa más amplia, en la que trataba con mayores recursos y con más libertad a todos los que solicitaban su ayuda.
El 15 de febrero de 1925, lanzó el primer número de la «Revista Internacional de Espiritismo», órgano que desde entonces viene circulando sin interrupción. Cuando fue bosquejada la Constitución ultra liberal de 1891, Cairbar Schutel se manifestó apoyando a la Coalición Nacional Pro-Estado Laico. Combatió sistemáticamente la pretensión, de algunos grupos, de introducir la enseñanza religiosa obligatoria en las escuelas.
En el año de 1936 dio una serie de conferencias por la radio, que más tarde publicó en un volumen de 206 páginas. Como periodista escribió mucho. Su bibliografía es bastante amplia, de ella destacamos las siguientes obras: «Espiritismo y Protestantismo», «Histeria y Fenómenos Psíquicos «El Diablo y la Iglesia», «Médiums y Mediumnidad», «La Génesis del Alma», «Materialismo y Espiritismo», «Hechos Espíritas y las Fuerzas X», «Parábolas y Enseñanzas de Jesús«, «El Espíritu del Cristianismo», «La Vida en el Otro Mundo», «Vida y Hechos de los Apóstoles», «Conferencias Radiofónicas», «Cartas a Esmo» e «Interpretación Sintética del Apocalipsis».
Fundó también la Empresa Editora «O Clarim», que también editó libros de otros autores.
Cairbar Schutel fue un hombre de fe, un efusivo orador y un trabajador infatigable, pionero en muchas causas espíritas.
Como homenaje de estos 150 años del nacimiento de Cairbar Schutel rescatamos y traducimos esta magnífica conferencia que dio en la radio:
ESPIRITISMO CIENTÍFICO Y CRISTIANO
Sócrates, al morir, dijo a su amigo Critón:
«Puesto que somos inmortales, debemos ofrecer un gallo a Esculapio.»
El gallo representaba, para los atenienses, la vigilancia; así como la serpiente era para Esculapio el símbolo de la prudencia.
Pero para que haya prudencia y vigilancia en la vida, es indispensable que no nos limite una fe ciega, sino que nuestra creencia sea el resultado del estudio y de la experimentación, para que crezcamos en conocimientos y podamos motivo a esa Fe, a esa creencia, que debe ser inteligente y racional.
El célebre naturalista Sir Russel Wallace, ex presidente de la Sociedad Inglesa de Antropología, y famoso por su teoría junto con Darwin, dijo en su libro «El Moderno Espiritualismo»:
«Hasta la época en que me encontré por primera vez en presencia de los hechos espíritas, yo era un materialista, tan completo y tan convencido, que no podía encontrar en mi pensamiento un lugar para la concepción de una existencia espiritual, pero los hechos, obstinados y evidentes, me convencieron «.
El extraordinario crecimiento y expansión que ha tomado el espiritismo, debido a la frecuencia con que se llevan a cabo las apariciones y comunicaciones de los llamados muertos, esas manifestaciones ofrecen a los incrédulos las más imprevistas y variadas pruebas de sobrevivencia a la muerte del cuerpo.
Es muy rara la persona que no conozca, uno u otro hecho de los que la creencia popular suele atribuir a las «almas del otro mundo», moralmente en nuestros días, en que el Espíritu, en la frase del Evangelio, es derramado sobre toda carne, produciendo manifestaciones psíquicas de toda naturaleza.Y estas manifestaciones aumentaron de tal suerte, se volvieron tan familiares, que todos los experimentadores, hombres que se celebraron en las diversas ramas del saber, nos trajeron su testimonio, apoyados en las experiencias que realizaron con resultados tan evidentes y positivos, que nadie se atreve más a contestar.Fueron físicos como William Crookes, Oliver Lodge, William Barret, Werley, Fechner, Edison, Tindal, Gabriel Delanne. Químicos como HumphreyDavy, Robert Hare,Buthebrow;Naturalistas como Wallace, Barkas, Wagner Richardson. Antropólogos comoLombroso, Morselli, Ferri. Astrónomos como Zoellner, Flammarion Schiaparelli.Políticos eminentes comoAksakof, Lord Balfour, Lincoln, Gladstone, Pilzuduski. Distinguidos profesores como PaulGibier, el sucesor de Pasteur, Charles Richet, Carl duPrel, el coronel de Rochas, Maxwell, RoccoSantoliquido, Roux, Flournoy, Ochorowics, Broferio, y mil otros.
Entre estos hay conversiones verdaderamente edificantes, como la del profesor Lombroso que vieron y hablaron más de veinte veces con su propia madre; y el eminente físico Crom Werley, jefe de la Compañía de Telégrafos Internacionales que escribiendo a William Crookes, le dijo:
«No conozco el ejemplo de ningún hombre de buen sentido que, habiendo estudiado los fenómenos espíritas, no se haya rendido a la evidencia».
EL ESPIRITISMO A TRAVÉS DE LOS LIBROS RELIGIOSOS
Lo interesante, mis oyentes, es que esos fenómenos no son nuevos: – numerosos escritores y de los más eminentes han dado testimonio de ellos, ocurridos en todos los tiempos y entre todos los pueblos; los Libros Sagrados de las diversas religiones son una prueba evidente, fuera de sofismas. Es esa la fuente común que ha amamantado a la humanidad desde las eras más remotas.
Cuando Prometeo robó a los «dioses» el fuego sagrado, el Verbo Divino, que es la comunicación de los Espíritus, se hizo oír.
La Biblia está llena de fenómenos trascendentes y comunicaciones con los muertos.Y es Saúl quien evoca a los genios para aconsejarle en su reinado.Va aEndor, y por medio de la pitonisa conversa con el espíritu Samuel.El mismo Samuel, cuando aún vivía en Israel se comunicaba siempre con un joven, que decía encontrarse vestido de ropa de lino y ceñido con un cinturón de oro.
En Bethel, Rama, Jericó y Galgala, en la soledad de adustas montañas, había escuelas de profetas que vivían en estrecha comunión con los espíritus.
Después de Samuel, principalmente la profecía, hoy mediumnidad, se incrementó notablemente, apareciendo entonces, además de otros profetas, Isaías, Ezequiel, Jeremías y Daniel.
El Libro de los Macabeos está llena de manifestaciones.
El Nuevo Testamento es un perfecto archivo de comunicaciones con los mal llamados muertos. Es así que los discípulos de Jesús lo vieron hablando con Moisés y Elías en el Monte Tabor. El mismo Cristo apareció y se comunicó con sus discípulos después de la muerte; primero a María Magdalena, a continuación a Cleofás y a otros discípulos en el camino a Emaús, y después a todos los discípulos en Galilea, incluido Tomás. Después a Pablo en la entrada de Damasco y a más de 500 personas, según narra el Evangelio. Fueron las apariciones de Jesucristo que alentaron a los discípulos a enfrentar los peligros, y transformaron una secta provinciana, en una Religión Mundial, tal como es el Cristianismo.
La vida de los Apóstoles es una comunión permanente con el mundo de los espíritus.
Por su parte, en el Corán o el Kitab-Allah (Libro del Señor), vemos las mismas características notables. El propio Mahoma dice que el Corán no es trabajo suyo, sino más bien una obra que le fue dictada por el espíritu Gabriel.
El Zend-Avesta (Palabra de Vida) de los libros sagrados de Persia, fue revelado a Zoroastro fue revelada por una alta jerarquía de espíritus.
En los santuarios antiguos, desde las criptas del Himalaya a los hipogeos egipcios, la comunicación con los muertos fue la base de sus creencias.
«Plutarco, que era sacerdote en el templo de Apolo, afirma que los Espíritus se manifestaban en los» Misterios «.
Lucano hace referencia a una famosa maga de Tesalia, que hacía entrar a las almas en su cuerpo; y fue por intermedio de ella que Sexto Pompeyo supo el desenlace de la rivalidad entre su padre y César.
«Orpheus evocó al espíritu de Eurídice Ulises interrogó a la sombra del adivino Tiresias, a través de Circe – dice Homero en La Odisea.
Cicerón dice que Apio se comunicaba frecuentemente con los muertos, y según Plinio, él evocó al espíritu de Homero para saber de su tierra natal y de su familia. Herodoto dice Periandro, uno de los siete sabios de Grecia, hablaba con el espíritu de su esposa.
«En Grecia fueron llamados psicagogos a los sacerdotes encargados de evocar a las almas de los muertos.
Los antiguos filósofos explicaban los oráculos, por la intervención de los muertos.
Los oráculos hablaban en la propia lengua de los consultores. El oráculo de la respuesta de Amón, Alexander se dio en griego. El de Júpiter y Apolo eran los más famosos de Grecia. Creso envía emisarios a los principales oráculos de su tiempo y se sorprende por la respuesta que le viene de Delfos.
«Filostrato dice que Apolonio de Tiana pasó siete días en la cueva de Trofonio durante los cuales el oráculo le dictó un libro entero.
Seguimos. queridos oyentes, citando nombres eminentes de quienes mantenían relaciones con los muertos.
Los principales de la Iglesia griega, – San Clemente de Alejandría, Orígenes, San Gregorio de Niza, así como algunas figuras de la Iglesia romana, se comunicaban con los muertos. San Agustín, en sus obras, refiere diversos fenómenos psíquicos, entre los cuales, está «la voz que oye» – «Tole et lege» (toma y lee). En «Ciudad de Dios» – trata de procesos teúrgicos para comunicarse con las almas, y afirma haberse comunicado varias veces con su madre – Santa Mónica. En su tratado «De Cura Promortuis» (Oración por los muertos), se expresa así:
«Los espíritus de los muertos, pueden ser enviados a los vivos, pueden desvelar el futuro, cuyo conocimiento ellos mismos adquirieron, ya sea por otros espíritus, o por los Ángeles, o por una revelación divina.
«San Justino, en su «Apologética» presenta como argumento decisivo a favor de la inmortalidad del alma, la posibilidad de evocar a los muertos.
Por último, para no cansar con más citas, presento como un ejemplo sorprendente, el del Abad Poussin, profesor del Seminario de Niza, que en su libro – «Le Spiritisme devant L’Eglise» (El Espiritismo ante la Iglesia) – afirma que él mismo se comunicaba con seres de otro mundo, con los muertos que le informaban del estado de las almas, por las cuales se interesaba; con los santos que le consolaban y le mostraban los tesoros de la sabiduría divina.»
«Hyphotesis non Fingo» – yo no estoy presentando hipótesis, sino la verdad en su brillante desnudez.
He abierto la Historia, leedla de principio a fin y os habréis de compenetrar de la Verdad que os afirmo. Las manifestaciones de los Espíritus tienen tanta influencia en la Religión, que San Pablo, el mayor genio de que la historia hace mención, llega a dar reglas precisas sobre las relaciones que debemos tener con los Espíritus; y, además, afirma tenazmente que fue la aparición de Jesús y su conversación con el Divino Maestro en la entrada de Damasco, lo que lo convirtió al cristianismo.
En efecto, las sucesivas resurrecciones, apariciones, de Jesús, constituyen el hecho más extraordinario de la historia. Sin ellas los discípulos, que se habían dispersado por miedo a los judíos, no se habrían juntado de nuevo y llevado a las naciones y a los pueblos, a la sociedad y a las familias, las nuevas vivificadoras de la inmortalidad, la certeza de la vida eterna que aprendieron de su Maestro redivivo.
El sacrificio y la muerte de Jesús es la víspera del triunfo de su ideal, la victoria de su religión por la resurrección.
Al someterse a todas las torturas, a la saña de sus terribles enemigos, Jesús quiso probar categóricamente que no hay elemento ni potestad capaz de destruir la Vida, y que esa Vida que se manifiesta temporalmente en la Tierra, continúa Más Allá de la Tumba; que la muerte no es el fin del hombre; que la inteligencia, la voluntad, la razón, el alma, son invulnerables a la espada, al veneno y al fuego; y que el sentimiento, la vida individual no depende de las células orgánicas, y que éstas no son más que instrumentos de acción exterior.
La Doctrina de Jesús, por eso mismo, es la sanción del amor en su más alta expresión; del progreso moral y espiritual a causa precisamente de la inmortalidad del alma, de la vida eterna que Él no se cansaba de anunciar, ya sea antes o después de que sus encarnizados enemigos le infringiesen la perversa muerte de la cruz.
Emmanuel Kant, el célebre filósofo de Koenigsberg, autor de la «Crítica de la razón pura», pronunció esta frase lapidaria:
«Está próxima la época en que se llegará a demostrar que el alma humana puede vivir desde esta existencia terrestre, en comunicación estrecha e indisoluble con las Entidades inmateriales del Mundo de los Espíritus. Entonces se comprenderá que ese Mundo actúa sobre el nuestro y le comunica influencias profundas de que el hombre de hoy no tiene conocimiento «.
Este tiempo, profetizado por Kant, ha llegado.
El Espiritismo ya ha demostrado ampliamente, y continuará demostrando que el alma humana es una realidad, sobrevive a la muerte del cuerpo, y puede continuar, por tanto, en estrecha e indisoluble comunicación con los seres queridos que dejó en la Tierra.
Y así se explica la indisolubilidad del Amor contra la cual la muerte no tiene poder; eso es lo que explica el grito de San Pablo, en los combates del espíritu contra la muerte y el triunfo definitivo de la vida: – «Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?, sepulcro, ¿dónde está tu victoria?»
Debo concluir, informándoles que el Espiritismo en su continuo progreso, mantiene un Cuerpo de Doctrina magníficamente sistematizado, caracterizando perfectamente la palabra de luz y de Amor que Cristo nos ha legado y que congratulará a las generaciones venideras. Te invitamos a conocerlo, a examinarlo, a estudiarlo.
Nuestro anhelo de propaganda, exento de infames intereses, no representa más que un influjo de la Verdad, que reclama la atención y la consideración de todos, incluso de las clases sociales despreciadas de la suerte, para que aprovechen los consuelos que el Espiritismo nos ofrece a todos, abriendo una puerta a la esperanza en el cerrado horizonte de nuestro alto destino y proporcionándonos medios para la conquista de la libertad futura.
La divulgación del Espiritismo es para nosotros un deber que no debemos descuidar.
Trabajando para que esta doctrina sea conocida, trabajamos por la colectividad, para toda la humanidad, y trabajamos también para nosotros, preparando medios y condiciones más propicias para nuestro bienestar, para nuestra felicidad futura.
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