¿Te ha pasado alguna vez que estás buscando un lápiz y lo tienes en la mano?
Bueno, pues algo similar ocurre con la FELICIDAD.
Miramos, pero no vemos… y hasta lo más evidente e importante, nos pasa inadvertido.
Hay seres a nuestro lado continuamente, y los más importantes permanecen invisibles a nuestros ojos.
Nos ayudan constantemente.
Como decía el principito…
«Lo esencial es invisible a los ojos».
Y… «lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo».
Si a veces te hundes en otro tipo de pozos, esos solitarios, fríos y oscuros, posiblemente sea porque has hecho de tu corazón… un desierto, un lugar árido y marchito de sentimientos, has dejado de observar la vida con sorpresa y curiosidad.
Tienes el lápiz justo en tus manos, pero ya no escribes palabras de amor, has olvidado amar, incluso a ti mismo.
Observa mejor a tu alrededor, descubre lo maravilloso del mundo que te rodea, la gente que te quiere, del más acá y del más allá, busca bien en tus manos, porque es ahí donde tienes tu FELICIDAD.
Solo tú puedes hacer que la vida sea un poco más dulce, a veces solo hay que observar lo que tienes delante, inspirarte en las pequeñas cosas, como la que hoy inspiró estas líneas.